Enferentar el Embarazo de Mi Hija

¿Cómo puedo enfrentar el embarazo de mi hija?

Es una situación que de por sí tiene una carga afectiva muy grande y que como padres nos es difícil de afrontar.
Nos genera sentimientos encontrados que pueden ir desde el hecho de sentir que nos hemos equivocado o hemos fallado en la educación que les hemos dado, o que ellos nos han fallado a nosotros, o que nos han defraudado, hasta cierta alegría por pensar que tendremos un nieto, pese a que las circunstancias no son las más propicias y adecuadas.

Nos enfrenta con nuestro rol de padres, y con él frente a nuestra familia y sociedad, en donde muchas veces está involucrado el “qué dirán” o “tener una hija que será madre soltera o adolescente”
Pero más allá de esto, y de la situación conflictiva que se nos presenta, de la rabia y decepción inicial, debemos comprender la posición de nuestro hijo, donde el mismo se siente decepcionado, donde es fácil para él tener que venir a pedir nuestro apoyo y el tener que contarlo.

Es importante que intentemos asumir la situación con clama, los gritos, las malas palabras, o las que hacen referencia a cuanto nos han defraudado y lo mal que nos han hecho sentir en estos momentos, lejos de incentivar el diálogo, puede hacerlos sentir solos, sin apoyo de sus padres, y más deprimidos y angustiados de lo que inicialmente estaban e incluiso llegar a golpear su autoestima.

El pensar en cantidades de cosas como “si no lo hubieras hecho” o “si fuera distinto”, tampoco es lo que solucionará la situación ni lo que hará que tu hijo, te sienta cerca en este momento que te necesita.

Si bien es cierto que no es la situación ideal, nuestra posición de padres debe ser la de apoyarlo, la de propiciar un diálogo que lejos de buscar un culpable o porque se hizo o dejo de hacer, debe tender a buscar las mejores alternativas para la situación.

Es importante que podamos validar nuestros sentimientos iniciales, comprender que nos sentimos molestos, y enojados, enfrentando y abordando todo lo que esta situación nos produce, podemos expresarles nuestros sentimientos y lo que ello implica para nosotros, así como escuchar lo difícil que es para ellos, no solo frente a sí mismos, frente a nosotros, la familia, el colegio y los compañeros, sino el asumir sus propios cambios y responsabilidades frente a un futuro que no pensaron que fuera de esta manera.

Habrá muchas decisiones que tomar, y muchos cambios en la vida de nuestros hijos, que no sabrán cómo afrontar, y para los cuales nuestra ayuda es fundamental.

Entre las situaciones que debemos evaluar y que debemos tener en cuenta están:

¿Si nuestra hija continuará con sus estudios y cómo lo hará, antes y después que nazca él bebe?
¿Cómo le cambiará la vida?
¿Quién los apoyará económica y emocionalmente, puesto que en muchos de los casos no están preparados para asumir su función o su rol de padres?
¿Deberán vivir juntos ella y su novio, en la casa de alguno de los padres, o cada uno por separado?
¿Quién los apoyará y como cuando nazca él bebe?
¿Cómo se asumirán los gastos médicos del embarazo y parto?
¿Necesita un apoyo psicológico para afrontar los sentimientos que tiene frente a esta situación en su vida?

Sean cuales sean las decisiones tomadas, deben estar acompañadas del respeto, la cordialidad, el apoyo, del entendimiento de nuestros hijos, y de lo que implica la situación
Las puertas del diálogo deben permanecer abiertas, y nuestro hijo debería poder sentir que puede contar con nosotros pese a la gravedad de la situación.

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